Las sexólogas y los sexólogos somos personas expertas en Sexología. La Sexología es la ciencia (logia) que estudia el sexo, y el sexo comprende todo aquello que tiene que ver con el hecho de ser, sentirse y expresarse como hombre y mujer. Por tanto, el eje central de la sexología sería el estudio del hecho sexual humano.
Teniendo esto en cuenta, las demandas sexológicas pueden plantearse:
- Desde las conductas o comportamientos (las expresiones sexuales).
- Desde la identidad.
- Desde la orientación del deseo.
- Desde la interacción (todo lo que implica encuentro o relación).
La base que se plantea es que todos estos aspectos del área sexual de la vida de una persona sean fuente de bienestar y placer (las conductas, la identidad, la orientación y las interacciones). Sin embargo, en ocasiones, sentimos que algo de esto nos genera problemas y sufrimiento. Es en estos casos en los que conviene buscar ayuda profesional.
Antes de acudir a la consulta sexológica conviene tener en cuenta que:
- Conviene abordar el problema o dificultad lo antes posible. Sabemos que dar el primer paso resulta muy difícil ya que conlleva asumir que existe un problema que no estamos pudiendo resolver por nosotr@s mism@s. Sin embargo, la experiencia en consulta nos dice que abordar estas cuestiones pronto favorece el pronóstico.
- El trabajo que se realizará requiere esfuerzo y disposición, sobre todo, para plantearse y reformularse cuestiones desde perspectivas nuevas. Revisar nuestros esquemas y creencias, a veces escuece un poco, nos remueve… pero merece la pena.
- Igual que ante cualquier otra molestia acudimos al profesional de la medicina correspondiente, acudir al sexólogo/a tiene que ver con nuestro propio cuidado, dando la importancia que merece a nuestro placer y entendiendo que estas áreas no tienen que implicar malestar en nuestra vida.
Algunos de los principales motivos de consulta que pueden encontrar respuesta trabajando con un/a sexólogo/a son:
- Aspectos relacionados con la educación sexual.
“El conocimiento os hará libres” (Sócrates). Detrás de algunas dificultades sexuales, que incluso se arrastran durante años, a veces encontramos como factor mantenedor un trasfondo de falsas creencias, mitos, prejuicios y estereotipos de cómo deberían ser las cosas que nos impide disfrutar de cómo realmente son.
2. Deseo de mejorar:
Debido igualmente a creencias limitantes, muchas veces no nos damos permiso para explorar o no nos atrevemos a comunicar aquello que deseamos a nuestr@ compañer@ sexual. En consulta podemos trabajar también los propios permisos para sentir, así como entrenar la asertividad sexual para mejorar la comunicación en los encuentros.
3. Disfunciones sexuales:
Podemos llamarlos también dificultades psicosexuales ya que son aquellos problemas que habiendo descartado una causa orgánica o física (en una visita al/la ginecólogo/a o al/la urólogo/a), siguen apareciendo. En la base de la mayoría de estas dificultades está la vivencia ansiosa de una situación que debería ser placentera. Esto hace que la Respuesta Sexual Humana no se pueda desencadenar adecuadamente y la vivencia de esto se identifique como “fracaso” o “catástrofe”, fortaleciendo así el círculo de la ansiedad.
Los problemas que podemos englobar aquí son:
- Disminución o inexistencia de deseo sexual.
- Dificultad para conseguir o mantener una erección.
- Eyaculación antes del momento deseado.
- Dificultad o incapacidad para llegar al orgasmo.
- Dispareunia o dolor genital asociado a la práctica erótica.
- Vaginismo, o la imposibilidad para practicar la penetración vaginal debido a una contracción involutaria de la musculatura que rodea la entrada de la vagina.
Si te has sentido identificado/a con alguna de estas razones, puedes llamarnos o escribirnos sin compromiso. Estaremos encantadas de ayudarte 🙂
Buenas noches:
Me gustaría pedir información sobre los precios y/u otros detalles que sean de especial relevancia, como la terapia sexual.
Gracias, un saludo.